Morgana KilCreggar ha jurado venganza. Lleva perfeccionando su destreza con las armas desde la tierna edad de cuatro años con la esperanza de encontrarse un día cara a cara con el líder de los FitzHugh. Ella planea matarle, aunque puede que una muerte rápida fuera demasiado misericordiosa para este asesino. Gracias a su constante práctica, Mogana se ha convertido en una experta en el manejo de la daga, del arco y de la espada. Del futuro no espera nada más que poder ver cómo el hombre que mató a su familia se desangra hasta morir.
Sabiendo que su sexo no es más que un inconveniente, Morgana se hace pasar por un muchacho, Morgan. Como Morgan, es capturada en el campo de batalla por Alexander FitzHugh y obligada a servirle de escudero. Alexander no es el odiado líder de los FitzHugh, pero, a través de él, Morgan puede encontrar el modo de llegar hasta su hermano.
Zander tiene su propia misión: liberar a Escocia del dominio inglés. Se da cuenta de que el joven Morgan tiene potencial y, esperando que su talento le ayude a lograr su objetivo, se asegura de que al muchacho le sea imposible alejarse de su lado. Aunque, después de un tiempo, comienza a cuestionarse la extraña atracción que siente por el joven...
Con cada día que pasa, el valiente caballero va despojando a Morgan de sus defensas, hasta que finalmente éste acaba revelándole su más precioso secreto. Morgan, repentinamente vulnerable a un inesperado deseo, se desvía de su objetivo... para acabar en la cama de Alex, donde descubre placeres sensuales que jamás imaginó. Ahora, en la batalla entre la venganza y la pasión, el más poderoso será quien salga victorioso, uniendo dos corazones, dos clanes y dos almas...
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