Georgiana se había enamorado locamente de Juan Felipe Monsanto, duque de la Caniza, a pesar de que se suponía que él debía cuidar de ella.
Pero parecía que, por mucho que lo intentara, Juan no podía resistirse a la atracción que había entre ellos. Sin embargo estaba a punto de casarse por conveniencia con otra mujer, así que su romance no tenía ningún futuro... ¿Cómo podría decirle entonces que esperaba un hijo suyo?
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